No eras tú
No eras tú,
era el amor que en ti dormía
aquellas madrugadas de desvelo.
Era la vida derramada,
la esperanza furtiva,
la juventud desolada
y la fe corroída.
No eras tú,
era el silencio de los cuerpos,
en la nostalgia de la noche.
Era la distancia eterna
que la marea aproximaba,
regresando siempre con la furia helada.
No eras tú,
era tu mente protegida
viajando siempre lejos de mi escencia,
formando falsos muros de barro y de niebla.
No eras tú,
ahora lo sé.
Pero pudiste serlo.
Santiago de Querétaro, Qro. 7 de febreo de 2006