Corrientes
Corrientes subterráneas que fluyen agobiantes.
La lava se enciende, borbotea, gime inconsolable,
mientras la tierra se calienta a punto de ebullición.
Dos planetas perdidos en el espacio, olvidados,
viajando solos por el tiempo infinito.
Fuerzas oscuras controlan sus mareas,
repeliéndolos y ahogándolos en su propia voluptuosidad.
Ya no recuerdan siquiera su origen
y tampoco saben su destino. Ya no importa.
Toco el panel de plasma,
mientras acuciantemente me pides que no cese.
Cuerpos descuartizados por cuadrados instantes,
donde los olores existen sólo en la imaginación.
Ya no hacen falta siglos,
todo acontece al mismo tiempo,
en diferentes sitios.
Al final, todos se vuelven uno, siempre el mismo
y una se vuelve todas.
El recuerdo de la intimidad,
subyacerá por siempre en la memoria de la humanidad.
Santiago de Querétaro, Qro. 24 de agosto de 2006